El aire nos rodea, aunque no lo veamos. El aire es una mezcla de gases, y los dos principales químicos que componen el aire son nitrógeno (78 %) y oxígeno (21 %). El aire lleva el oxígeno que las personas y otros seres vivos, incluyendo las plantas, necesitan para vivir. El aire limpio también contiene vapor de agua, helio, dióxido de carbono y pequeñas cantidades de otros gases (1 %).
La mayor causa de contaminación aérea producida por los humanos es cuando se queman los combustibles. Los combustibles se usan en la mayoría de formas de transporte, también se utilizan en fábricas como fuente de energía para el procesamiento de varios metales y para la fabricación de muchos artículos. Los combustibles también se utilizan en las plantas de energía eléctrica para generar electricidad.
La contaminación del aire puede ser causada por la tierra de áreas que no tienen vegetación durante las operaciones de minería y tala de árboles, y cuando se limpia la tierra para proyectos de construcción. El humo de las estufas de carbón y la quema de hojas y basura también crean contaminación. Otra fuente de contaminación es debido al gas metano de las lecherías y de los establos y de los basureros que no tienen un sistema de recuperación del metano. Sin embargo, los vehículos automotores causan más contaminación en el aire que cualquier otra fuente, y la cantidad de vehículos automotores está aumentando.
Debido a que los árboles eliminan el dióxido de carbono del aire utilizándolo durante la fotosíntesis, la deforestación afecta este ciclo de “eliminación del dióxido de carbono”. Las hojas de las plantas también pueden atrapar materia formada de partículas, como el polvo y el hollín. Por lo tanto, la reforestación y el cultivar especies adecuadas de árboles y otras plantas en lugares apropiados en la comunidad en donde vivimos son acciones importantes que se pueden tomar para reducir la contaminación del aire.
Hay muchas estrategias para reducir y controlar la contaminación atmosférica. Sembrar árboles y otras plantas puede ayudar a limpiar el aire. Los esfuerzos para reducir el uso de combustibles también reducirán la contaminación ambiental.
Estos esfuerzos pueden ser: la conservación de la electricidad; la disminución del uso de automóviles tratando de hacer uso compartido de éstos por varias personas o el uso de un transporte alternativo (es decir, transporte público, bicicletas, caminar); el desarrollo de tecnologías para dispositivos de control de contaminación, carros que utilicen eficientemente la energía, y el uso de combustibles alternativos más limpios; al evitar la compra de artículos que no sean duraderos o que realmente no sean necesarios; al utilizar de nuevo los artículos en lugar de tirarlos; y al reciclar materiales.
La mayor causa de contaminación aérea producida por los humanos es cuando se queman los combustibles. Los combustibles se usan en la mayoría de formas de transporte, también se utilizan en fábricas como fuente de energía para el procesamiento de varios metales y para la fabricación de muchos artículos. Los combustibles también se utilizan en las plantas de energía eléctrica para generar electricidad.
La contaminación del aire puede ser causada por la tierra de áreas que no tienen vegetación durante las operaciones de minería y tala de árboles, y cuando se limpia la tierra para proyectos de construcción. El humo de las estufas de carbón y la quema de hojas y basura también crean contaminación. Otra fuente de contaminación es debido al gas metano de las lecherías y de los establos y de los basureros que no tienen un sistema de recuperación del metano. Sin embargo, los vehículos automotores causan más contaminación en el aire que cualquier otra fuente, y la cantidad de vehículos automotores está aumentando.
Debido a que los árboles eliminan el dióxido de carbono del aire utilizándolo durante la fotosíntesis, la deforestación afecta este ciclo de “eliminación del dióxido de carbono”. Las hojas de las plantas también pueden atrapar materia formada de partículas, como el polvo y el hollín. Por lo tanto, la reforestación y el cultivar especies adecuadas de árboles y otras plantas en lugares apropiados en la comunidad en donde vivimos son acciones importantes que se pueden tomar para reducir la contaminación del aire.
Hay muchas estrategias para reducir y controlar la contaminación atmosférica. Sembrar árboles y otras plantas puede ayudar a limpiar el aire. Los esfuerzos para reducir el uso de combustibles también reducirán la contaminación ambiental.
Estos esfuerzos pueden ser: la conservación de la electricidad; la disminución del uso de automóviles tratando de hacer uso compartido de éstos por varias personas o el uso de un transporte alternativo (es decir, transporte público, bicicletas, caminar); el desarrollo de tecnologías para dispositivos de control de contaminación, carros que utilicen eficientemente la energía, y el uso de combustibles alternativos más limpios; al evitar la compra de artículos que no sean duraderos o que realmente no sean necesarios; al utilizar de nuevo los artículos en lugar de tirarlos; y al reciclar materiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario